Un mes en Italia

miércoles, 5 de agosto de 2015

¡Ciao di nuovo!

Pues sí, hace exactamente un mes, un miércoles soleado como el de hoy, llegaba yo con el maletón enorme y dos bolsas de mano al aeropuerto de Bolonia, nerviosa como nunca por conocer a la familia. Un mes entero que se me ha pasado volando. Si bien los primeros días se me hacían larguísimos porque yo era un manojo de nervios y me encontraba en una casa desconocida a kilómetros de la mía, la segunda semana ya era otra historia. Los días eran entretenidos, Giorgia y yo siempre encontrábamos algo qué hacer: ver una película, vídeos en YouTube, ir a la piscina, al centro, etcétera. La familia me ha acogido como a una más, la madre, el otro día me dijo (palabras textuales) "Aquí estás como si fueses hija mía", así que el ambiente es perfecto, me siento muy querida, por lo que estoy muy feliz de haberme atrevido a ser au pair. Ya dije que, al estar con una niña que no es muy pequeña, somos como amigas y nos contamos cosas. Es... genial

No he escrito en el blog a modo de diario, cada día, porque no lo he considerado necesario. Los días entre semana no solemos hacer muchas cosas interesantes, es decir, vamos a la piscina, tomamos el sol, hacemos los deberes de cada asignatura, vemos la tele... Lo normal que haces en el día a día en tu casa. No creo que una entrada al día, explicando lo mismo que en la anterior, sea lo más adecuado. En el caso de los fines de semana, cuando hemos ido a Venecia o al parque de atracciones –que explicaré a continuación, sí le dedico una entrada, porque hay fotografías y más experiencias, además de hacer una valoración de la semana en general y de mi humor –los primeros días nerviosa y motivada, la segunda semana de bajón, pero me animé rápido porque la familia es un amor. Además, aunque he estado cuatro semanas ya, han coincidido con la ola de calor en Europa, por lo que muchos planes de salir se han cancelado por el excesivo calor que hace si sales de casa, por lo que en un mes han habido 4 entradas.

Por lo que, después de un mes, puedo decir que estoy muy feliz de haber venido a Italia. Ha sido un acierto, una aventura para mí que ha salido a pedir de boca. Porque considero haber hecho una amiga, Giorgia, y haber conocido a una familia estupenda que han organizado planes para que visite varios sitios y me divierta un montón. Aún me queda un mes más, y de verdad no quiero que se acabe, así que ¡voy a aprovecharlo al máximo!

Y ahora centrémonos en esta última semana de Julio

Giorgia y yo hemos aprovechado que el tiempo ha sido algo inestable –un día te morías de calor y a la mañana siguiente te encontrabas con una tormenta, además de que ha estado unos días con fiebre, para adelantar deberes. Ella tiene un montón de ejercicios y/o proyectos para cada asignatura, así que nos estamos centrando en Historia, Español y Matemáticas (Inglés ya lo terminamos). Hemos ido varias veces a la piscina y a por un helado, pero poco más. El sábado vino una amiga de Giorgia que ahora vive fuera de Italia y se quedó a dormir. El motivo es que, al día siguiente, íbamos a Gardaland –un parque de atracciones del estilo de Port Aventura, y teníamos que madrugar ya que un domingo de agosto puede ser mortal. Aún así, compramos los pases exprés para no hacer cola (¡Y MENOS MAL!). Por la mañana cogimos la mochila y fuimos para el parque. No está muy lejos, una hora y media en coche, y con música todo es más llevadero. Por suerte, tanto Giorgia como su amiga son como yo, nos subimos a todo de miedo o no. Y así fue. Repetimos seis veces las más fuertes –así acabamos con dolor de cabeza a la noche, pero fue genial. Me reí muchísimo y no pasé mucho calor –que miedo me daba, hacía sol pero el aire se dejaba notar.



Además, el parque está al lado del Lago de Garda, el más grande de Italia, y en las atracciones altas o en la de vista panorámica, podías verlo y... es precioso. Es enorme, parece un mar, y la madre me ha dicho que los pueblos de alrededor son muy bonitos. Ojalá pueda ir un día, me pareció realmente bonito. 


Al final, estuvimos casi nueve horas en el parque y, lo mejor es que seguramente volvamos a ir, porque con la entrada que pagamos podemos volver gratis. Acabamos agotadas pero nos lo pasamos muy bien. El lunes estuvimos en casa descansando porque Giorgia aún tenía dolor de cabeza. Además, en las noticias ya han avisado que esta semana habrá una nueva ola de calor como la anterior, por lo que estar fuera, si no es para ir a la piscina, no es la mejor opción. Anoche, pero, estuvimos con colchonetas, con velas y mantas viendo el atardecer y pasando buena parte de la noche escuchando música y hablando. Estuvimos muy a gusto, hasta los perros vinieron para dormir a nuestro lado.


Y ahora mismo estoy escribiendo esto mientras Giorgia está leyendo un libro que tiene que terminar, pero esta tarde iré al centro a comprar y a perderme por las calles de Ferrara mientras ella va a ver a unas amigas, por lo que no tengo tiempo de aburrirme apenas.

Otra foto más, porque estas chicas son amor. 

¡Seguiré informando!


No hay comentarios:

Publicar un comentario